Oporto, "un puente entre el esplendor y la decadencia".


Por fin , de vuelta acasa, tras siete intensos días en los que he podido fotografiar las calles de Oporto y de otras cudades próximas.

En estas escapadas veraniegas, me gusta recopilar una información básica para saber con anterioridad que lugares merece la pena visitar. Sin embargo, tampoco suelo ser demasiado concienzudo en la planificación del viaje, no sé si por pereza o porque prefiero no estar demasiado condicionado por lo que otros piensan del lugar destino.

He de reconocer que en mis viajes fotográficos prima el interés por lo "antropológico" antes que por lo arquitectónico o paisajístico y es por esto que la mayoría de guías turísticas no me proporcionan la información que más valoro.

Oporto ha sido elegida como la mejor ciudad europea de 2012 para viajar. En este enlace tenéis más información:

http://www.diariodelviajero.com/europa/european-best-destination-2012-oporto-es-la-ciudad-mas-deseada

Semejante galardón, me inclinaba a pensar que me hallaría ante una ciudad esplendorosa, monumental, límpia y equipada sobradamente con los servicios que el turismo reclama.

Ciertamente, Oporto en una ciudad que deslumbra con la belleza de algunos de sus enclaves más emblemáticos, que rezuma un viejo sabor a la pujante ciudad marinera y mercantil de la época colonial. 
Pero junto a este esplendor, conviven el deterioro, la suciedad y la pobreza de multitud de calles y rincones del centro histórico.

No me ha sorprendido, pues,  después de haber visitado Lisboa y al margen de la eterna rivalidad entre las dos principales ciudades portuguesas, hay bastantes semejanzas entre ellas.
Pero en Oporto el contraste entre lo esplendoroso y lo decadente me ha parecido más brutal. En las proximidades del mismo puente de Don Luis ,y sin solución de continuidad , podemos pasar de un entorno idílico con unas vistas impresionantes a un callejón que casi podemos calificar de tercermundista. Aunque sólo he dispuesto de tres días y medio reales para conocer la ciudad, he llegado a la conclusión de que esto mismo pasa en toda la zona centro. Pasamos de impresionantes plazas monumentales a callejuelas repletas de casas en un estado casi ruinoso.

De las personas que deambulan por estos lugares se puede decir exactamente lo mismo. No sé si fruto de la crisis o por la propia idiosincrasia del lugar, en las calles se entremezclan personas con digamos, un estatus social medio-alto y un cierto porte de "distinción", con otras claramente más humildes, mal vestidas, con unos modales mejorables y cierta tendencia a la mendicidad. No es que sea un hecho insólito en las grandes ciudades europeas, pero pienso que en Oporto se constituye en una de sus señas de identidad, sobre todo por ocupar espacios físicos tan próximos.

No tenía pensado un tema central para este viaje (al margen de los que trabajo habitualmente), pero de inmediato caí en la cuenta que reflejar este contraste en imágenes era un buen hilo conductor para inspirarme. Con la idea general de buscar situaciones que fueran semejantes pero contrastadas mi mente se ordenó un tanto ante una ciudad que me pareció, en un principio, inabarcable.

Las fotos digamos "postaleras" no son mi prioridad, pero en esta caso, me servían para contraponerlas  con las de  rincones más humildes y descuidados. Lo mismo cabría decir de las gentes, he procurado captar la elegancia de los lugares turísticos y sofisticados con los más decadentes y descuidados fotografiando a las personas que los frecuentan.

La sensación es que el tiempo ha sido escaso para profundizar en el tema, pero, como una primera tentativa, estoy satisfecho.

Seguramente este viaje dará para más de un tema en el blog, pero, en esta primera entrega, empezaré mostrando algunas  imágenes del extenso material que todavía  estoy organizando y editando en las que reflejo esas sensaciones contrastadas que me ha producido la ciudad. 

Como son bastantes fotografías, omitiré el habitual comentario técnico. Simplemente decir que he usado una nikon D700 con unos cuantos objetivos fijos y una nikon V1 con un par de objetivos zoom. En algunas de las fotografías nocturnas he usado un "trípode gorillapod" (que he estrenado en este viaje y me ha sorprendido por su utilidad y comodidad para llevarlo en la mochila) y disparador remoto para poder utilizar diafragmas cerrados e isos bajos con el fin de conseguir la mayor profundidad de campo y calidad en dichas tomas.






















































Para finalizar, un comentario sobre el juego de palabras que da título a este artículo. 
Como bien sabrá todo aquel que haya visitado Oporto, el puente de Don Luis, es el símbolo y el elemento que articula toda la actividad de la ciudad. Resulta extremadamente fácil (salvo que de forma deliberada lo evitáramos) que sea un elemento recurrente en las imágenes que realicemos. En mi caso particular, además de capturar el mayor número de imágenes distintas de él (le dedicaremos un monográfico), he intentado que sirviera de elemento común entre las vistas esplendorosas y las decadentes y de ahí el título con el que he comenzado. 




Volveremos a hablar de Oporto. Hasta la próxima.

Comentarios

Entradas populares